miércoles, 18 de noviembre de 2009

Transformación en hombre lobo

Las leyendas históricas describen una gran variedad de métodos para convertirse en Hombre Lobo. Una de las más sencillas es la de desnudarse y usar un
cinturón hecho de piel de Lobo, probablemente un sustituto de asumir toda la piel del animal que también es frecuentemente descrita para este proceso. En otros casos el cuerpo se frota con savia mágica. Otras maneras también consideradas para lograr la metamorfosis son el beber agua que esté sobre la huella del animal o beber de ciertas fuentes encantadas. 'Olaus Magnus u Olaus Vormius dijo que los Hombres Lobo de Livonia fueron iniciados al drenar una copa de cerveza especialmente preparada mientras se repetía una fórmula. Ralston, en sus “Canciones sobre la gente rusa” da una forma de encantamiento que aún es familiar en Rusia. También se dice que cuando una mujer da luz a seis niñas, nacerá un séptimo varón y será un hombre lobo.
En el folclore
gallego, portugués y el de Argentina y Brasil, es el séptimo de los hijos varones. Esta creencia estuvo tan extendida en Argentina que los séptimos hijos eran abandonados, cedidos en adopción o asesinados, en Argentina el hombre lobo es llamado el lobizón o luisón. En 1907 el presidente de Argentina hizo el primer padrinazgo oficial, y en 1973 se emitió un decreto presidencial para legalizar esta costumbre. Así, el Estado les otorga una medalla de oro en su bautismo y una beca escolar hasta la edad de 21 años. Esto logró finalizar con los abandonos de niños, y aún es tradicional que el Presidente Argentino sea el padrino de los séptimos hijos.
En otros casos la transformación se logra supuestamente mediante agentes
satánicos a los que se somete voluntariamente, y eso se hace con los fines más desagradables, en particular por la gratificación del anhelo de la carne humana (la carne humana que el licántropo puede anhelar puede entenderse como tal -es decir, una antropofagia relacionada con casos de psicosis- o, puede entenderse figuradamente como el deseo sexual sin censura alguna. Richard Verstegan escribió:
«Los hombres-lobo, son ciertos
hechiceros, que al untar sus cuerpos con un ungüento que ellos elaboran con el instinto del diablo, y lo ponen en cierta faja encantada, no sólo a la vista de otros lucen como Lobos, sino que su propio pensamiento tiene la forma y naturaleza de lobos, tan pronto como estos visten la faja mencionada. Y disponen de sí mismos como Lobos, al mordisquear y matar, en especial a criaturas humanas»

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